Conversaciones y novedades

Fráncfort 1984: Octavio, Premio de la ¿Paz?

Arely Pantoja Cruz

Año

1984

Lugares

Fráncfort, Alemania

Tipología

Historiografía

Temas

La consolidación de la figura: Vuelta, encuentros y desencuentros (1976-1991)

 

Paz recibe el Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán, Fráncfort, Alemania, 6 de octubre de 1984
La Asociación de la Bolsa del Comercio del Libro Alemán, nombre exacto de la organización que concede el Premio de la Paz, es la representación gremial de los libreros de la RFA. La asociación se fundó en 1825 en Leipzig, y abarca a todo el ámbito lingüístico alemán, incluidos los que fuera de las fronteras distribuían libros en lengua alemana. Durante el nazismo existió paralelamente, como organización voluntaria, frente a la obligatoria creada por los nazis.
Después de la guerra se estableció el año 1945 en Francfort, y al consumarse la división alemana se creó una organización de los libreros el año 1948 en Leipzig (República Democrática Alemana).[1]

El Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán inició en 1949, cinco años después de la Segunda Guerra Mundial. Gracias a la iniciativa de la fundación de Hans Schwarz, quien propuso, a un grupo de quince editores y escritores alemanes, la creación del premio con el propósito de condecorar a quienes se oponen de palabra y obra a todo lo que suponga un peligro para restaurar la paz, el entendimiento y la igualdad entre comunidades. Con esta entrega buscaron devolverle a Alemania el pensamiento humanista y reconectar al país con el mundo cultural a través del razonamiento crítico, ensombrecido por su execrable historia.

Es otorgado por la Sociedad Alemana del Comercio Librero y confiere la cantidad de 25 mil euros, como reconocimiento a las contribuciones literarias, artísticas y científicas que contribuyen a la realización de la paz; es decir, al reforzamiento de la garantía y cumplimiento indistinto de las libertades y los derechos humanos universales, así como la coexistencia pacífica entre naciones. Los candidatos son rigurosamente justificados, documentados y determinados por la Junta Sindical, se elige al ganador sin haber hecho distinción alguna sobre sus creencias, nacionalidad o raza. Inicialmente se le nombró “Premio de la Paz de los Editores de Hamburgo”, cuya primera entrega la ganó el escritor y editor germano-noruego Max Tau, en 1950. El premio le fue entregado al año siguiente, en una casa del barrio Alezterdorf, en el distrito de Hamburgo. Aunque fue más bien una ceremonia privada, en Europa la noticia despertó un interés generalizado.

De ahí que, a partir del año siguiente, cambiara su nombre por Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán, cuya entrega se hace en el mes de octubre, con sede en la iglesia de San Pablo, también conocida como Paulskirche, ubicada en la ciudad de Fráncfort del Meno, en el estado de Hesse, Alemania. Se trata de un edificio que entre 1848 y 1849 fue la sede del Parlamento de Fráncfort, el primero elegido democráticamente y quedó prácticamente destruido en la Segunda Guerra Mundial. Tiempo después, durante la reconstrucción del país, sería uno de los primeros lugares en ser intervenidos, debido a su relevancia en el curso de la historia alemana. Así pues, se reinauguró en 1948, en el centenario de la creación del Parlamento de Fráncfort.

La entrega del Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán se convirtió en un evento que indistintamente genera debate y polémicas respecto a la elección de ganadores; la Sociedad Alemana del Comercio Librero asegura que este es otro de los objetivos, —o consecuencias— de la entrega del galardón, y de su relevancia en la consolidación de la paz: 

El Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán existe para recibir el mensaje y la personalidad de los galardonados. Sus nombres representan las tendencias más importantes de la historia cultural e intelectual de los siglos XX y XXI. Con los discursos que pronuncian en las ceremonias de entrega del Premio de la Paz, los galardonados garantizan un debate intelectual y artístico sobre la situación política actual, el compromiso con la política de paz y la responsabilidad histórica. Los premios han dado lugar en repetidas ocasiones a importantes debates sociales. Así lo demuestra el discurso de aceptación de Martin Walser en 1998 sobre cómo abordar la historia alemana, así como los controvertidos debates en torno a los premios a Karl Jaspers (1958), Ernst Bloch (1967), Léopold Sédar Senghor (1968), Ernesto Cardenal (1980) y Annemarie Schimmel (1995). Los laudadores también pueden desencadenar debates apasionados, como hizo Günter Grass con sus palabras sobre Yasar Kemal (1997). Todo ello ha dejado su impronta en el Premio de la Paz: A día de hoy, se considera una plataforma importante, si no la más importante, para el debate sobre la paz y el entendimiento entre las personas y los pueblos.[2]


El caso de Paz tampoco estuvo exento de polémica, pues el conflicto nicaragüense, del que ya había opinado al menos durante los tres años previos a este suceso, fue el tema principal en su discurso de esta entrega, lo que concluyó con la quema de su efigie frente a la sede de la Embajada de Estados Unidos en México, en 1985, días después de la entrega. La fundación del Premio señala que: “El movimiento por la paz con acciones como cadenas humanas, marchas de Semana Santa y manifestaciones masivas fueron el foco del debate social en la década de 1980”. Para seguir a Paz durante esos años, se puede remitir directamente cronología y a la búsqueda por lustros en donde se pueden consultar textos sobre los eventos de su biografía que también juegan un papel importante durante la década. 



Mayo: Octavio Paz declarado ganador



En la Feria del Libro en Fráncfort, octubre de 1984. Fotografía de Gaby Sommer


Mientras tanto, en Alemania, la noticia se dio a conocer en el Frankfurter Allgemeine Zeitung con una nota del 25 de mayo de 1984 de la que traduzco la siguiente declaración: 

Por primera vez en la historia del Premio Paz del Comercio Librero Alemán, que se concede desde 1950, un escritor mexicano ha sido galardonado con este premio de 25.000 marcos. El 7 de octubre, Octavio Paz, considerado uno de los poetas más importantes del mundo hispanohablante, recibirá el premio en la Paulskirche de Fráncfort. […] fue elegido porque las obras de esta "voz intelectual independiente de América Latina son profundamente pacifistas". Sus libros expresan la búsqueda de "lo que puede reconducir al mundo a la unidad, más allá del dogmatismo y la ideología totalitaria".


Por otra parte, y un día antes, el periódico El País, publica la nota de José Comas del 24 de mayo de 1984 en la que menciona las razones por las que la Sociedad Alemana del Comercio Librero consideró al poeta como ganador, pues ya había dudas respecto al resultado. De allí destaca la relevancia por su idioma y las traducciones de sus obras al alemán, así como el tema de próxima la Feria del Libro: 

La fundación que concedió el premio afirma que el pensamiento de Paz "aporta una visión de conjunto insólita sobre la cultura latinoamericana, europea e indígena. Al mismo tiempo es la búsqueda de un centro. Una búsqueda de lo que puede conducir al mundo de nuevo a la unidad, más allá del dogmatismo y la ideología totalitaria". […] El único escritor en lengua española que hasta ahora había ganado el premio fue el poeta nicaragüense y actual ministro de Cultura de su país, Ernesto Cardenal, el año 1980 [...]
El Premio de la Paz de los libreros alemanes suele ser con frecuencia motivo de polémicas, y los ataques vienen a veces de la derecha y otras de la izquierda, desde posiciones dogmáticas. [...] 
La lista de premiados desde el año 1951 da una idea del pluralismo y ausencia de dogmatismos a la hora de buscar los premiados.
El Premio de la Paz se entregará en la próxima feria del libro, que se celebrará el próximo mes de octubre y que este año tendrá como tema central, 1984, el mundo controlado orwelliano.

Igualmente, la nota de Comas menciona un hecho reciente del festival Horizonte, en el que hubo una reacción polémica en su discurso lo que lo llevaría a entablar su conflicto con su contemporáneo Juan Rulfo quien lo acusaba de liderar a una mafia de intelectuales que servían a sus propios fines, incluso dijo que el poeta no tenía ningún interés en pronunciarse contra las dictaduras de Sudamérica y su aversión por regímenes de izquierda, como el tan sonado caso de Cuba que le acarreó algunas otras enemistades.

Por su parte, el 28 de mayo de 1984, el Frankfurter Allgemeine Zeitung publica la reacción del poeta ante la noticia de haber sido declarado ganador “Überrascht und bewegt” por su título en alemán, “Sorprendido y emocionado”, en español: 

El galardonado este año con el Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán, el escritor mexicano Octavio Paz, recibió la noticia del honor alemán con sorpresa y emoción. "Me ha sorprendido, nunca pensé que recibiría un premio tan alto", declaró a Deutsche Presse-Agentur en Nueva York. "Me conmueve no sólo como escritor, sino también como persona que ama la paz". Paz se encuentra actualmente en Nueva York, donde fue investido doctor honoris causa por la universidad. 

Varios días después, Michael Schmidt le envió una carta con fecha del 20 de junio de 1984 en la que lo felicita y le dice que aunque no podrá asistir a Fráncfort para acompañarlo a la entrega, pero le ofrece realizarle un festejo en Londres, en la editorial Carcanet Press, donde es director general:

Now, I read recently in the Fráncforter Algemeine Zeitung that you are coming to Europe to receive the Book Fair Peace Prize, and I am delighted. I´ll not be in Fráncfort (it is too much of a cattle—market, and I deal only in gazelles), but I wanted to propose that if you pass through England en route or as you return, you let Carcanet fete you in London. [sic]

//

Ahora, recientemente leí en el Fráncforter Allgemeine Zeitung que vendrás a Europa para recibir el Premio de la Paz de la Feria del Libro, estoy maravillado. No estaré en Fráncfort, (es más de un mercado ganadero, y yo negocio con gacelas), pero quisiera proponerte que, si pasas por Inglaterra cuando vengas o estés de vuelta, permitas que Carcanet te festeje en Londres.(AP) 



Octubre: la Feria del Libro, y la ceremonia 


Cinco meses después, Paz viajó hasta Alemania para asistir a la Feria del Libro de Fráncfort y a la posterior ceremonia de entrega del Premio de la Paz. Con los preparativos listos, el público deseaba escuchar al poeta en su discurso que versaría sobre sus preocupaciones e intereses sociopolíticos, especialmente en temas de dictaduras y otros conflictos que simultáneamente aquejaban a Latinoamérica. Un día antes, es decir, el 6 de octubre, luego de su conferencia de prensa en la Feria del Libro de Fráncfort el periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung publica lo siguiente: 

El poeta y ensayista mexicano Octavio Paz recibirá el domingo el Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán durante una ceremonia en la Paulskirche. El presidente federal Richard von Weizsäcker pronunciará el discurso laudatorio. También intervendrán el jefe del Börsenverein, Günther Christiansen, y el alcalde Walter Wallmann. Paz, […] dio. muestras de su postura pacifista en una conferencia de prensa celebrada ayer en la feria del libro, la primera de un galardonado con el Premio de la Paz en varios años. 

Asimismo, ya se anticipaba su postura política sobre los conflictos de América Latina por las declaraciones que ya había realizado en otros medios, en otros años y en otros premios, como el Premio de la Paz. Esto le daría continuidad a la ola de cuestionamientos y abucheos que recibió no sólo por parte de los medios de comunicación, sino de sus colegas escritores y del público en general, quienes deseaban obtener una respuesta contundente; así pues se lee en esa misma nota:

Paz describió la guerra civil en la vecindad de su patria centroamericana como un nuevo estallido de viejos conflictos enraizados en la historia de la región, que no pueden abordarse con simplificaciones ideológicas. El complejo problema sólo podría resolverse si otros estados como Estados Unidos, la Unión Soviética o Cuba. no interfirieran y si los gobiernos de países como Nicaragua y El Salvador iniciaran una política "nueva y pluralista" y garantizaran los derechos personales del individuo.

En otra nota de ese mismo día, con inclinación política y también del Frankfurter, se hizo hincapié en las atribuciones y adjetivos que le concedieron al poeta por sus participaciones públicas en donde se pronunció al respecto; tachándolo de un lado, u otro del mundo, como un partidario de ideas eurocentristas, o de estar en contra de movimientos revolucionarios. Pero sus opiniones no debían ser tomadas como verdad absoluta y así lo expresó el diario:

Al autor de poesías tan artísticas como "Sonnenstein" y "Weißs" no le gusta nada que le metan una y otra vez en medio de discusiones políticas y polémicas ideológicas: "Pero probablemente sea inevitable. En realidad prefiero hablar de literatura que de política. Todo lo que digo tiene un carácter provisional: no creo en las verdades fijas, como mucho en la verdad poética", dice Octavio Paz poco antes de partir hacia Fráncfort para asistir a la ceremonia de entrega del Premio de la Paz, al término de una conversación en la que, una vez más, predomina la política. Solo con el diálogo político entre las grandes potencias, sin aterrarse a verdades irrefutables, le parece posible al nuevo Premio de la Paz alcanzar o preservar la paz hoy y en el futuro.[3]


Dejando de lado el enfoque político, Paz expresó lo que considera que obtuvo, además del galardón, tanto poeta y como escritor hispanohablante:

Octavio Paz considera el Premio de la Paz como un galardón para el conjunto de la literatura hispanoamericana, de hecho para la literatura en lengua española, todavía demasiado poco conocida en muchos países europeos. "No sé si soy poeta, pero quiero serlo. Quiero seguir escribiendo poesía, y que mis amigos y lectores me conozcan sobre todo por mis poemas. Es cierto que escribo menos poesía a medida que envejezco, quizá porque uno se vuelve más escéptico, también más riguroso. Pero la poesía es mi forma creativa de expresión". 


Certificado de la Friedenspreis des Deutschen Buchhandels


La entrega de este galardón está caracterizada por su relevancia social y política, así como por desatar polémicas y desacuerdos para sus condecorados. La ceremonia de entrega se llevó a cabo el 7 de octubre de 1984 durante la Feria Internacional del Libro de Frankfurt. La ceremonia se realizó en la iglesia de San Pablo, allí estuvieron presentes personalidades como el primer ministro Richard von Weizsäcker, el alcalde de la ciudad Walter Wellman y el bibliotecólogo y documentalista Günther Christiansen —se puede consultar completo aquí— del que se rescata por primera vez en español, las palabras de bienvenida a la ceremonia [4]:

Señor Presidente Federal, excelencias, señor primer ministro, señoras y señores ministros, señor alcalde, queridos invitados del comercio librero, estimado Octavio Paz.

En nombre de los editores y libreros alemanes, quiero darles la bienvenida a ustedes, que han acudido a la Paulskirche para recibir el Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán, y a todos aquellos que siguen nuestra ceremonia por radio o televisión.

Mi más sincero agradecimiento a usted, querido Dr. von Weizsäcker, que no sólo nos acompaña hoy como presidente de la República Federal de Alemania, sino que también ha asumido la tarea de rendir homenaje a la personalidad y a la obra de Octavio Paz.

Por último, mi saludo y mi agradecimiento muy especiales a usted, estimado Octavio Paz, que nos hace hoy el honor de recibir el Premio de la Paz del Año 1984.

Desde 1951, entregamos el Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán en la Paulskirche de Fráncfort del Meno. Este momento culminante anual de nuestras actividades libreras es al mismo tiempo el acontecimiento más destacado de la Feria del Libro, que este año no sólo subraya el ininterrumpido atractivo del libro.

El punto destacado anual de nuestras actividades de venta de libros es al mismo tiempo el acontecimiento destacado de la feria del libro, que este año no sólo subraya el ininterrumpido atractivo del libro, sino que, con su tema principal "Orwell 2000", describe también nuestras preocupaciones, determinadas por la relación del hombre con el Estado, con su Estado. «Según Octavio Paz, "el Estado es la gran realidad del siglo XX. Su sombra cubre todo el plano. Si hay un fantasma en el mundo es la nueva clase que ha surgido en el mundo entero: la burocracia. No importa cómo definamos la burocracia moderna, la cuestión de la naturaleza del Estado es la cuestión principal de nuestro tiempo.»

En los últimos años hemos homenajeado a 33 personalidades. Estas personalidades fueron y son la conciencia de su tiempo y también del nuestro cuando amonestan a los poderosos, cuando llaman a no demonizar a los diferentes, sino a comprenderlos desde el conocimiento.

Algo parecido dice Paz cuando le dice a sus compatriotas, pero también a nosotros: «Lo principal es curarnos del envenenamiento por ideologías demasiado unilaterales y simplistas».

Y trabaja para ello con sus ensayos, sus relatos y su poesía. La posibilidad de los literatos de unir lo que une y superar lo que divide queda demostrada por su obra.

Los libreros y editores también creemos que la literatura puede mostrar el camino hacia más humanidad. Agradecemos al ganador de nuestro Premio de la Paz que nos haya permitido acompañarle en este camino. 

Luego de la bienvenida a la ceremonia, el primer ministro Richard von Weizsacker pronunció un largo discurso que se traduce por primera vez al español, gracias a la autorización del equipo del Friedens preis des Deutschen Buchhandels. Sin embargo, y debido a su extensión, sólo se incluyen algunos de los fragmentos más significativos de su discurso. Asimismo, puede leerse y escucharse el discurso completo en en "Friedenspreis 1984. Octavio Paz", la página oficial del premio dedicada al poeta. El primer ministro hace un recuento de las ideas más importantes de Paz acerca de los temas de política internacional en el sentido del acercamiento del contexto latinoamericano para el resto de los países europeos cuyo entendimiento de sus contemporáneos está sesgado por cargas ideológicas otroras que les dan, en apariencia, una superioridad social e intelectual. En este sentido, llevar a través de sus obras, sus ideas y preocupaciones por Latinoamérica supone para ellos la capacidad de estas naciones para autodefinirse en todos los ámbitos: social, cultural, político y económico, lo que plantea la necesidad de reservar a gobiernos extranjeros su injerencia en estos procesos y con eso garantizar también el pleno cumplimiento de las libertades individuales: 

Con nuestro conocimiento sobre América Latina, nos encontramos entre los subdesarrollados de esta tierra, muy a nuestra desventaja. Los europeos pensamos allí en la injusticia social y la pobreza, en la falta de libertades y derechos humanos. Observamos un campo de confrontación entre grandes potencias.
Reforzamos nuestras propias luchas ideológicas con slogans latinoamericanos a medio entender. Al mismo tiempo, buscamos relaciones económicas, materias primas y mercados de venta. No en último término, nos preocupan los intereses y los reembolsos de las gigantescas deudas latinoamericanas, de las que nos sentimos prisioneros.
El sentimiento de superioridad política e intelectual del viejo mundo se ha transformado en una aparente ventaja sobre progreso que nos atribuimos ante América Latina en el mundo moderno de la tecnología y la economía. Así pues, es una mezcla de intereses e ignorancia, de indiferencia y preocupación por el futuro del horizonte latinoamericano.
Con el Premio de la Paz para Octavio Paz, la Börsenverein des Deutschen Buchhandels (Asociación Alemana de Editores y Libreros) toma medidas encargadas de actuar en un punto crucial: la cultura. Paz nos acerca a América Latina mediante sus propias palabras:
“Imaginación, sensibilidad, bondad, sensualidad, melancolía, cierta religiosidad y estoicismo ante la vida y la muerte, un profundo sentido de lo ajeno y un no menos, fuerte sentido del aquí y ahora… América Latina es una cultura"[...]
Sirve a este espíritu crítico, y por él se mantiene alejado del poder. También da el mismo consejo a los demás: "Cuando el filósofo llega al poder, acaba en el cadalso o como tirano coronado". Es decir, una recomendación estricta y ciertamente fundada. Pero no hay que exagerar a la inversa. En cualquier caso, no sería una desgracia que los políticos se interesaran de vez en cuando por cuestiones de filosofía. Por el camino, Octavio Paz se ha convertido en la voz definitoria de la cultura latinoamericana, en su conciencia. A través de él, aprendemos cómo su propio país y América Latina luchan por su identidad, un proceso político, social y espiritual de gran importancia también para nosotros. Paz lo observa y le da forma al mismo tiempo.
Encontramos en él al pensador crítico y al escritor de la libertad que se abre camino en implacable independencia y soledad cosmopolita. Sin embargo, su impacto más profundo viene de su poesía lírica. Su poesía enriquece como pocas la literatura universal de la segunda mitad del siglo XX. Paz es un escritor de extraordinario impacto político. Sin embargo, en última instancia, lo que le mueve no es tanto la política como la historia, que él entiende como historia de la cultura.
En su famoso Laberinto de la soledad y en numerosos ensayos, Paz nos familiariza con esta historia [...] 
¿Cuál es el termino más preciso? ¿América Latina, Hispanoamérica, Iberoamérica, Indoamérica? Cada nombre describe y oculta simultáneamente una parte de la realidad. Lo que aprendemos de Paz sobre América Latina es sobre nuestra propia historia. Describe la especial versión de la cultura occidental cristiana que llegó a Latinoamérica desde la Península Ibérica: la fusión de lo religioso con lo político, en cuyos rasgos españoles descubre huellas del Islam; la identificación con una fe universal accesible a una única interpretación; el rechazo de los albores de la modernidad.
Junto a la influencia occidental, que Paz describe siempre sin injusticia ni fanatismo polémico, está el peso de la fuerte población indígena [...]
Considera que el camino hacia la independencia de los pueblos latinoamericanos estuvo acompañado por el fracaso constante en la consecución del objetivo más importante, a saber, la modernización política, social y económica. Describe cómo los modelos norteamericanos inspiraron a los padres de la independencia y la liberalidad latinoamericanas.
Le parece aún más trágico que esa misma Norteamérica se haya convertido con demasiada frecuencia en un obstáculo para la modernización de América Latina porque, en medio de la típica división de poderes entre oligarquías económicas y militares con falsos aliados, ha cooperado e intervenido. [...] Por más que la democracia haya sido tergiversada y traicionada, todo lo que está bien que ha crecido durante siglo y medio en América Latina, bajo el signo de la democracia o, como en México, creado hacia la democracia.
Hoy, Paz observa con preocupada atención una revitalización de las viejas pretensiones político-religiosas de absolutismo bajo una nueva forma. Ahora la verdad revelada se sustituye por una supuesta verdad científica, que interpreta la historia y la sociedad de forma universal y ya no se encarna en una iglesia sino en un partido […]
Su concepción de la cultura y del pensamiento implica polémica y lucha: están cruzadas. Así persiste en nuestros países una tradición intelectual que respeta poco la opinión del otro, que prefiere las ideas a la realidad y los sistemas intelectuales a la crítica de los sistemas".
Respetar la opinión del otro no significa relativizar todas las posturas. La crítica de los sistemas no se vuelve contra la búsqueda de la verdad. Pero quienes absolutizan sus propias convicciones como verdades y las instrumentalizan políticamente hacen imposible la libre convivencia.
Paz lee desde Centroamérica la desgracia de toda la historia de su continente. La independencia conduce a la fragmentación, al aislamiento, a la debilidad. El resultado es otra crisis de independencia y la intervención extranjera. La injusticia y la miseria continúan, "no importa quién sea el vencedor, el bandolero o el guerrillero". Paz analiza y lucha por el camino de la democracia en América Latina. "Democracia e independencia son realidades complementarias e inseparables: Perder la primera es perder la segunda y viceversa". Sólo cuando se conquista la democracia se completa la independencia. A este contexto pertenecen las reflexiones que Paz desarrolla sobre la libertad, que extrajo de su comprensión espiritual y política de la cultura […]
Honrar a Octavio Paz es honrar no sólo a una gran mente, sino a su continente, tal vez el primero en luchar con dignidad a través de todo el problema de la existencia sin identidad del hombre moderno. América Latina, tal como la encontramos en Paz, nos lleva la delantera en esta lucha, en la desilusión ante un "Progreso", que pone en peligro los fundamentos peculiares y espirituales de un pueblo y su vida.
Un hombre de la envergadura de Paz nos deja claro lo infructuosos que han resultado todos los intentos conscientes o inconscientes de colonización intelectual hacia América Latina. América Latina busca su propio camino. Para ello debe desarrollar su propia fuerza. ¿De qué identidad universal debe vivir? ¿En qué cultura técnico-científica a gran escala debe encontrarse? ¿Qué principios del Fondo Monetario Internacional debe entender como sus propias reglas culturales de vida? […]
La cultura es política. La cultura, entendida como forma de vida, es quizá la más creíble y la mejor política. De nuevo, podemos aprender de Paz. Encontramos en él una comprensión de la cultura que conocemos por sus obras en alemán. Su historia intelectual es bien conocida. Paz nunca aprendió alemán, en contra del consejo que le dio Ortega y Gasset. Pero admite influencias formativas de la filosofía y la literatura alemanas, mediadas también por Ortega. Habla con imágenes y pensamientos que entendemos. "Viajar a Alemania es para mi una especie de experiencia de juventud que no he vivido". No podemos estar lo suficientemente agradecidos de que haya venido y nos ayude a seguir el camino de su pensamiento. No sólo profundiza nuestra comprensión de América Latina, sino que también nos ayuda a reconocer mejor nuestras propias tareas. […]
Ciertamente, incluso en sus grandes poemas, como "Sonnenstein" [Piedra de Sol], "Weiß" [Blanco] y el "Nachtstück von San Ildefonso", sigue vinculado a los temas centrales que encontramos una y otra vez en su obra. Reflexiona sobre la historia, el juego trágico de los errores en el tiempo histórico, sobre la culpa y el fracaso con los ideales de justicia, sobre el racionalismo y la humanidad. De nuevo nos encontramos con sus reflexiones sobre la identidad, la tradición liberal y la ideología. Pero cuando medita allí sobre la historia, la cultura y el ser humano, da el paso decisivo hacia la verdad.

Como acto seguido, el pronunciamiento de un discurso que se transformó en un parteaguas para la carrera de Paz; se trata de “El discurso y el ruido”, en donde habló ampliamente sobre sus ideas respecto a cómo encaminarse hacia una resolución para las situaciones particulares de algunas naciones de  América Central, sobre la participación "indirecta" estadounidense en la guerra civil de Nicaragua y las elecciones en El Salvador, apostando, como ya lo anticiparon los otros dos oradores, por una consolidación democrática que pueda garantizar a estas naciones la preservación de su autonomía. Aunque la intención inicial de este discurso fue resaltar la creación del grupo denominado “Contadora” del que formaban parte países como México, Colombia, Panamá y Venezuela, algunas de las afirmaciones que hizo generarían una ola de descontento que se manifestarían incluso durante la entrega del premio, pero también días después, en México, donde se ocurrió la quema de una efigie de Octavio Paz, frente a la embajada de Estados Unidos. A continuación el discurso completo pronunciado ese 6 de octubre de 1984:


El impacto de este discurso fue tal que, al día siguiente el periódico El País publicó una no nota de Fransesc Arroyo titulada “Octavio Paz aboga por la propuesta de Contadora como ‘única solución racional’”, donde la noticia sobre la entrega del premio quedó en segundo término y se destacó por completo lo que se expresó en el discurso. Pese a su pertinencia y extensión, esta problemática sobre América Central merece, más bien, su propia cronología, pues abarca una larga discusión y contexto histórico en su trasfondo. Aun así, esta nota resalta la importancia de las declaraciones de su discurso, más que por la ceremonia de entrega que es brevemente descrita:

 

El escritor mexicano Octavio Paz recibió ayer en Francfort el Premio de la Paz que anualmente otorgan los libreros alemanes, en un acto presidido por el presidente de la República Federal de Alemania, Richard von Weizsaecker. Paz pronunció un largo discurso sobre el origen de la guerra y abogó por la propuesta de los países de Contadora para Nicaragua como "única solución racional", a la vez que afirmó que la paz es indisoluble de la democracia. Poco antes del acto, un grupo autodenominado Latinoamérica se manifestó en contra de Paz.
Hasta cuatro veces fue interrumpido Octavio Paz por los aplausos durante su discurso, pronunciado en la iglesia de San Pablo de Fráncfort. La primera fue cuando se refirió a los escritores que Firman manifiestos de apoyo al régimen sandinista preguntándose: "¿Por qué aprueban la implantación en Nicaragua de un sistema que les parecería indeseable en su propio país?". La segunda interrupción se produjo tras la frase: "Sólo si defendemos la democracia estaremos en posibilidad de preservar la paz". Casi a continuación afirmó que la libertad y la paz son "indisolubles" y que "separarlas es ceder al chantaje", lo que provocó la tercera tanda de aplausos. Finalmente, la frase: "Al luchar por la democracia, los disidentes de todos los países luchan por la paz, luchan por nosotros", provocó la cuarta y última interrupción del discurso […]
Paz analizó dos opciones propuestas para eliminar la guerra: la que contempla la abolición del Estado y la que propone la creación de un Estado mundial, para rechazarlas ambas. La primera la negó sobre la base de que el Estado no es el origen de la discordia, sino de la paz. "El Estado", afirmó el escritor mexicano, "nació para defender al hombre del hombre". "La segunda opción", dijo Paz, "se traduciría en la servidumbre universal y en la muerte del espíritu". Así, pues, "si estamos condenados a la divergencia, la disputa y la querella, también estamos condenados al diálogo y a la negociación"[...]
Tras relacionar la inmovilidad política y cultural europea con el equilibrio del terror nuclear, Paz afirmó que "el terror nos ha preservado del gran desastre, pero no de la guerra. Desde 1945 no ha pasado un solo día sin combates en Asia o en África, en América Latina o en el Lejano y Próximo Oriente". Paz denunció a continuación el suministro de armas a Nicaragua por parte de Cuba y la Unión Soviética, y por parte de Estados Unidos a la guerrilla -"a la sombra de Washington nació y creció en Nicaragua una dictadura hereditaria"-, añadiendo: "Estados Unidos no inventó ni la fragmentación, ni las oligarquías, ni los dictadores bufos y sanguinarios, pero se aprovechó de esta situación, fortificó las tiranías y contribuyó decisivamente a la corrupción de la vida política centroamericana" […]
Previamente había intervenido en el acto el presidente de la RFA, Richard von Weizsaecker, y también el alcalde de la ciudad, Walter Wellmann […]
Weizsaecker recordó la trayectoria intelectual y vital de Octavio Paz desde sus inicios como escritor hasta su abandono de los cargos públicos tras producirse la matanza de estudiantes en México, en 1968, pasando por su presencia en el Congreso de Escritores Antifascistas en Madrid en 1937.
 
Evocó su postura moral, expuesta en reiteradas ocasiones, y sus condenas a los sistemas autoritarios, y lo relacionó con Rosa Luxemburgo en su concepción de la libertad. Tras definir la obra de Paz como "un círculo en el que los momentos se transforman y son transformados, citando a Pere Gimferrer, citó diversos poemas del mexicano y terminó diciendo que el homenaje a Octavio Paz era también un homenaje a México y Latinoamérica.[…]
En el exterior de la iglesia de San Pablo[…] se había convocado una manifestación para protestar por la concesión del Premio de la Paz al escritor mexicano […] identifica[ban] al escritor con la defensa de la dominación de Estados Unidos sobre los países de Latinoamérica.[5]

Todo el asunto no concluyó ese mismo día, para conocer la crónica de la manifestación que suscitó el discurso de Paz, el artículo publicado por Armando González Torres sigue paso a paso el fatídico suceso del 11 de octubre de 1984. 


Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán, Frankfurt, Alemania, 6 de octubre de 1984






[1] Comas, José. “Octavio Paz Obtiene El Premio de La Paz de Los Libreros Alemanes Occidentales.” El País, 24 de Mayo, 1984. Consultado en junio de 2023

[2] “Geschichte Des Friedenspreises,” Friedenspreis des Deutschen Buchhandels, consultado en julio de 2023.

[3] Haubricht, Walter. “Politischer Denker, poetischer Artist“. Frankfurter Allgemeine Zeitung, sábado 6 de octubre de 1984, consultado en julio de 2023. Traducido al español.

[4] “Octavio Paz.” Friedenspreis des Deutschen Buchhandels. Consultado en junio de 2023

[5] Arroyo, Francesc. “Octavio Paz aboga por la propuesta de Contadora como ‘única solución racional.’” El País, 7 de octubre de 1984.



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