Ojos oídos

"Holi" en la embajada de México en la India, marzo de 1968


Autor

Medina Portillo, David

Año

1968

Tópico

Amigos

Lugares

Nueva Delhi, India

Personas

Cortázar, Julio; Bernárdez, Aurora; Tramini, Marie José

Tipología

Video

Temas

1968 Año axial: Olimpiada y Tlatelolco

Lustro

1965-1969

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Video de Octavio Paz, Marie José Tramini, Julio Cortázar y Aurora Bernárdez en los jardines de la Embajada de México en la India, a principios de 1968.

Parte de la historia en torno a este video se encuentra en el artículo de Guillermo Sheridan “La danza de Octavio Paz”, publicado en Letras Libres el 30 de mayo de 2007. Se trata de un material resguardado por Aurora Bernárdez y rescatado por Eduardo Montes-Bradley en la película Cortázar: apuntes para un documental (2002), que circula íntegro en la red. En las imágenes se puede observar a Octavio Paz, Marie José, Julio Cortázar y Aurora Bernárdez entre una multitud entregada a una danza festiva que, gracias a las cartas de Paz, sabemos que corresponde al festival Holi, celebrado en la India para anunciar la llegada de la primavera.

En carta fechada el 16 de marzo de 1968 (accesible en los Carlos Fuentes Papers de la Universidad de Princeton), Paz le escribe a Fuentes sobre la atmósfera de esos días aludiendo de paso a la visita de Cortázar y Aurora Bernárdez:

Marie José les escribe unas líneas mientras yo combato con esta máquina de escribir. Aurora y Julio salieron. Hoy es el día de Krisna. En la mañana nos embadurnaron la cara y el pelo con polvos de colores. Los días son tan perfectos que la pereza me vence: aspiro a estar, nada más. Como las lagartijas y como los gatos de Marie José. Me escandaliza la inmoderada actividad de los pájaros. La semana pasada me divertí (un juego apasionante y que jugué con pasión) en hacer (se hacen, no escriben) cuatro poemas concretos. Ah, traidores Rita y Carlos, si estuviesen aquí, verían la luna, oirían los tambores que celebran los juegos eróticos de Krisna y su tropel de ghopis; comerían en el jardín curry, chapatis y mangos; por la tarde beberían bang (“a very mild” hachís) y por la noche oirían a Julio Cortázar leer en voz alta una pieza de teatro de un escritor mexicano que dicen que tiene talento —creo que se llama Carlos Fuentes.

Conocido también como el “festival de los colores” o las “fiestas del amor”, el Holi se celebra durante el Phalgun Purnima, uno de los meses del calendario hindú que coincide con los últimos días de febrero y los primeros de marzo de nuestro calendario gregoriano. Su origen es un ritual religioso en el que las diferencias naturales y sociales se diluyen dando paso a la convivencia feliz e igualitaria de todas las clases y razas, sexos y edades. Los participantes forman grupos desplazándose de un lugar a otro y lanzando polvo de colores a sus parientes, amigos, vecinos, conocidos e, incluso, a extraños. Dicen que para prevenir cualquier disgusto, la gente se adelanta gritando Bura na mano Holi hai (“¡No te ofendas, es Holi!”). Como consagración del amor, la armonía y la hermandad, la festividad dura sólo una noche y un día. Las referencias más antiguas se encuentran en el Ratnavali, drama en sánscrito del siglo VII, o en textos religiosos como el Mimansa-sutra, de Jaimini, que data del siglo III a.C.).

En la carta citada, Paz habla de cuatro “poemas concretos” escritos durante una semana, presumiblemente durante la visita de Cortázar y Aurora Bernárdez. Esos poemas formarían parte de los seis poemas visuales aparecidos en la edición de junio de 1968 de la Revista de la Universidad bajo el título de “Topoemas”, cuyo lugar y fecha precisan: “Delhi, a 20 de marzo de 1968”. Por su parte, Julio Cortázar escribiría “720 círculos”, una suerte de poesía “permutante” publicada en 1971 en el número 74 de la Revista Iberoamericana. Sobre tal episodio con la poesía experimental, Cortázar dirá en las páginas finales de Último round I (1969): “Estos juegos fueron comenzados en Delhi, en casa de Octavio Paz y en una oficina de las Naciones Unidas, de febrero a marzo de 1967. Paz, que entonces trabajaba en sus ‘Topoemas’, analizó conmigo la primera tentativa, ‘720 círculos’”. En ambos casos, naturalmente, hay poemas de Paz dedicados a Cortázar, y viceversa.


Nota bene: del segundo 11 al 32, la cámara circula en manos de Cortázar; del 33 al minuto 1:04, la enfoca Marie José; del 1.04 al 1:36, la trae Aurora y, del 1:36 hasta el final, quien graba es OP.

 

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