Correspondencia

Correspondencia Octavio Paz – Isidro Fabela (1954-1957)

Gabriel Rosenzweig

Año

1957

Personas

Fabela, Isidro

Tipología

Historiografía

Temas

Primer retorno a México (1953-1962)

Lustros

1935-1939
1950-1954
1955-1959

 

La correspondencia entre Octavio Paz e Isidro Fabela, que se guarda en el Centro Cultural Isidro Fabela. Museo Casa del Risco con la clasificación IF/II.3-029, brinda la oportunidad de asomarse a las actividades que desarrolló Paz en la Dirección General de Organismos Internacionales de la Secretaría de Relaciones Exteriores, entre 1954 y 1958. Consta de 32 documentos: 18 oficios firmados por Paz y copias al carbón de 14 comunicaciones suscritas por Fabela. El primer documento data del 16 de noviembre de 1954; el último del 21 de septiembre de 1957.

            La correspondencia arranca cuando Paz tenía ocho meses de haber sido nombrado subdirector general de Organismos Internacionales.[1] Tras haber estado encargado de la dirección general durante algunos meses, en abril de 1956, el canciller Luis Padilla Nervo lo nombró director general, cargo que desempeñó hasta el final del gobierno del presidente Adolfo Ruiz Cortines.[2] Fabela, por su parte, había concluido su mandato como juez de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que se extendió de 1946 a 1952, pero continuaba siendo uno de los cuatro miembros del grupo nacional mexicano de la Corte Permanente de Arbitraje (CPA), al que se había incorporado en 1938, por decisión del presidente Lázaro Cárdenas y al que perteneció hasta su muerte, en 1964.[3]

            Los oficios que Paz dirigió a Fabela, en papel membretado de la Secretaría de Relaciones Exteriores, tuvieron como propósito enviarle documentación elaborada por la CIJ y la CPA y, sobre todo, notificarle cambios en la composición de distintos grupos nacionales de la segunda.[4] Además, informarle de candidaturas para ser juez de la primera. Esto teniendo en cuenta que los miembros de los grupos nacionales de la CPA tienen la facultad de proponer candidatos para ser jueces de la CIJ y/o pronunciarse con respecto a las candidaturas. Por su parte, las comunicaciones que Fabela envió a Paz son, en esencia, acuses de recibo y mensajes de agradecimiento.

            Revisten un interés particular las comunicaciones que se cruzaron a fines de agosto y principios de septiembre de 1956 porque arrojan luz sobre el funcionamiento del grupo nacional mexicano de la CPA. El 24 de agosto, Paz informó a Fabela que la embajada de la República de China solicitaba el apoyo del grupo nacional mexicano de la CPA para la candidatura del doctor V. K. Wellington Koo para ser juez de la CIJ, en sustitución del juez Hsu Mo, quien había fallecido. En su respuesta, el 8 de septiembre, Fabela manifestó a Paz que, habiendo el doctor Wellington Koo apoyado su candidatura a la CIJ en 1946, consideraba “de mi deber como una correcta reciprocidad a dicho Jurista [sic] el dar mi voto a su favor en el seno de nuestro Grupo Nacional” y le pedía que recabara “acuerdo del señor Secretario de Relaciones para que nos convoque a la mayor brevedad posible a los miembros del Grupo Nacional Mexicano  de la Corte de Arbitraje de La Haya, para que resolvamos cuáles serán los candidatos que nuestro Grupo propondrá a las Naciones Unidas”.[5] Esta petición pone de manifestó que, cuando menos en esa época, el grupo nacional mexicano de la CPA se reunía a convocatoria del secretario de Relaciones Exteriores.

            La correspondencia Paz – Fabela también ilustra una de las muchas aristas de la controversia que provocó, en el seno de la comunidad internacional, la existencia, a partir de 1949, de dos Chinas, es decir, la República de China (Taiwán) y la República Popular China.  En su comunicación del 26 de junio de 1957 Paz informó a Fabela que el gobierno de la República de China había nombrado a John C. H. Wu miembro del grupo nacional de ese país en la CPA. Ahora bien, unas semanas más tarde, el 7 de agosto, le notificó que el gobierno de la Unión Soviética había manifestado al secretario de la CPA que “no puede aceptar al señor John C. H. Wu como miembro de la Corte Permanente de Arbitraje […] por no haber sido designado por el Gobierno de la República Popular China que estima ser el único que representa a China”. En ese entonces la República Popular China sólo había sido reconocida por países del bloque soviético. México mantuvo relaciones diplomáticas con Taiwán hasta 1972 cuando las estableció con la República Popular China, después de que ésta hubiera sido admitida a la Organización de las Naciones Unidas.

            Llama la atención la ausencia de correspondencia entre Paz y Fabela entre octubre de 1957 y noviembre de 1958 cuando Paz dejó de ser director general de Organismos Internacionales. Ello teniendo en cuenta, por una parte, que Fabela continuó estando ligado a la CPA; por la otra, que durante ese lapso Paz debió de haber seguido recibiendo información sobre ésta, que habría sido de interés para Fabela.

            El expediente de la correspondencia Paz – Fabela contiene, además, dos documentos curiosos, que datan de principios de 1931: una carta de Octavio Paz padre, dirigida a Fabela, fechada el 13 de enero y la respuesta de éste del 25 de febrero. En su carta, el primero reclamaba al segundo que no le hubiera enviado su retrato y un “pensamiento autógrafo dedicado a Don Benito Juárez” para el álbum que estaba preparando. Fabela respondió que “dejé complacidos sus deseos, entregándole a su simpático hijo un pensamiento sobre Juárez, así como mi retrato, los que espero estarán en poder de usted”. El Álbum a Juárez, compilado por Octavio Paz Solórzano, fue publicado en 1931, en la Ciudad de México, por la Imprenta Mundial, con un prólogo de José María Vigil. Contiene retratos y pensamientos sobre Juárez de personajes de la vida política y cultural de México, de finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX.[6]


Respuesta de Fabela a Paz Solórzano, 25 de febrero, 1931




[1] Guillermo Gutiérrez Nieto, “Octavio Paz y los organismos internacionales: de San Francisco a la Avenida Juárez”, Revista Mexicana de Política Exterior, núm. especial 2014 – Centenario de Octavio Paz, México, 2014. p. 86.

[2] Ibid., p. 98.

[3] Véase Modesto Seara Vázquez, “El jurista”, en Joaquín Díez-Canedo, Lucía Sáenz y José Alejandro Vargas, comps, Isidro Fabela. A 50 años de su fallecimiento, México, Gobierno de la República, 2014. Colección Biblioteca Mexicana del Conocimiento, pp. 93-125.

[4] La Corte Permanente de Arbitraje es un organismo intergubernamental, que fue establecido en 1899, con el propósito de solucionar controversias internacionales, a través del arbitraje y otros medios pacíficos. Tiene su sede en La Haya. Se integra por árbitros potenciales que son designados, a razón de un máximo de cuatro, por cada país miembro. Los árbitros potenciales de cada país integran un grupo nacional. México es miembro del organismo desde 1900.

[5] En 1956 el grupo nacional mexicano de la Corte Permanente de Arbitraje estaba integrado por los abogados Roberto Esteva Ruíz, Isidro Fabela, Manuel J. Sierra y Eduardo Suárez.

[6] El proyecto de publicar el Álbum a Juárez fue iniciado en 1887 por Arturo, el hermano mayor de Octavio Paz Solórzano y retomado por éste, primero, en 1905 y luego, en 1930.