Conversaciones y novedades

Octavio Paz en los papeles de André Breton

Guillermo Sheridan

Lugares

París

Personas

Álvarez Bravo, Manuel; Tibertelli de Pisis, Bona ; Breton, André; Pieyre de Mandiargues, André; Lévi-Straus, Claude; Buñuel, Luis; Kahlo, Frida

Tipología

Memorias

Temas

París: inicio de la vida diplomática (1945-1951)

Lustros

1950-1954

 

Dedicatoria de Paz a Breton de La peras del olmo

Existe un sitio web, https://www.andrebreton.fr/, que maneja la Association Atelier André Breton, que está subvencionado por el Centre Pompidou y que tiene el apoyo tanto de la Bibliothèque Jacques Doucet —una de las varias instituciones dedicadas a la conservación de manuscritos franceses— como del centro de estudios sobre surrealismo Mélusine, con su imprescindible, sabia revista.

     Hay entre sus álbumes uno con el tema “Mexique: une sélection de la collection André Breton” que debe visitarse. Una parte recoge el material de la exposición que organizó a su regreso de México en 1938 y otra muestra libros y objetos posteriores.  Se trata de un centenar y medio de entradas, entre obras plásticas y objetos de arte popular (títeres, exvotos, juguetes); las fotografías en que aparece con Trotski y Kahlo y Rivera; una buena colección de obras del “realista sintético” Manuel Álvarez Bravo; las infaltables piezas prehispánicas; el retrato anónimo de una niña que anticipa con fascinante detalle el estilo de Botero; los manuscritos de las conferencias que dictó en México; así como algunos manifiestos.

     El sitio dedicado a Breton es un ejemplo de la forma en que una cultura respeta a sus escritores, propicia su estudio y cuida de su legado. Papeles, imágenes, colecciones, facsímiles, información adecuadamente cruzada, todo en una página web eficiente y elegante para un ser genial que, aun antes de morir, ya había dispuesto que su archivo y sus colecciones se abrieran al público sin mayor trámite.

     La recorrí en pos de información sobre Octavio Paz. Aporto en seguida un inventario de lo encontrado y lo comento brevemente, con ánimo de colaborar a los estudios sobre Paz y el surrealismo.

     Paz leyó a Breton por lo menos a partir de 1937, cuando se encontró en la revista Sur un capítulo (“El castillo estrellado”) de su relato fundador L’Amour fou, aparecido ese mismo año. A partir de ese momento, Breton se convirtió en una presencia relevante en su horizonte espiritual y preparó el camino para convertirse más tarde en un mentor, un hermano mayor del mexicano. Paz lo vio de lejos en México, en 1938, pero, a pesar de la invitación de Jorge Cuesta, no se quiso acercar a él pues consideraba que sus críticas a la URSS dañaban al bando republicano de España. Lo conocería en 1946, poco después de llegar por segunda vez a París, gracias a su mutuo amigo, el poeta Benjamin Péret, que había sorteado la Segunda Guerra Mundial en México.

     A partir de 1946, Paz vivió los álgidos años en el París de la posguerra como asiduo a las reuniones del último surrealismo. Breton lo hizo partícipe de varias actividades, comenzando por una significativa velación de armas que significó encargarle un poema para el Almanach surréaliste du demi-siècle, encomienda que Paz cumplió al entregarle “Mariposa de obsidiana”, que tradujeron Martin y Monique Fong. La amistad fue instantánea e intensa: casi una celebración del azar objetivo.

     La cantidad de referencias a Breton en la obra de Paz, los muchos ensayos que le dedicó, así como un par de poemas son suficientes para un libro: es el poeta/pensador más citado en sus Obras completas (figura hasta en el libro sobre Sor Juana Inés de la Cruz). Reproduzco una sola de esas menciones, la que aparece en “André Breton o la búsqueda del comienzo” (2:219):

Todos los que lo tratamos sentimos el movimiento dual del vértigo: la fascinación y el impulso centrífugo. Confieso que durante mucho tiempo me desveló la idea de hacer o decir algo que pudiese provocar su reprobación. Creo que muchos de sus amigos experimentaron algo semejante. Todavía hace unos pocos años Buñuel me invitó a ver, en privado, una de sus películas. Al terminar la exhibición, me preguntó: ¿Breton la encontrará dentro de la tradición surrealista? Cito a Buñuel no sólo por ser un gran artista, sino porque es un hombre de una entereza de carácter y una libertad de espíritu de veras excepcionales. Estos sentimientos, compartidos por todos los que lo frecuentaron, no tienen nada que ver con el temor ni con el respeto al superior (aunque yo creo que, si hay hombres superiores, Breton fue uno de ellos). Nunca lo vi como a un jefe y menos aún como a un Papa, para emplear la innoble expresión popularizada por algunos cerdos. A pesar de mi amistad hacia su persona, mis actividades dentro del grupo surrealista fueron más bien tangenciales. Sin embargo, su afecto y su generosidad me confundieron siempre, desde el principio de nuestra relación hasta el fin de sus días. Nunca he sabido la razón de su indulgencia: ¿tal vez por ser yo de México, una tierra que amó siempre? Más allá de estas consideraciones de orden privado, diré que en muchas ocasiones escribo como si sostuviese un diálogo silencioso con Breton: réplica, respuesta, coincidencia, divergencia, homenaje, todo junto. Ahora mismo experimento esa sensación.

Pasemos a los documentos:

1. Paz en la Exposition InteRnatiOnale du Surréalisme (EROS)

Para esa célebre exposición en la Galería Daniel Cordier (diciembre de 1959), quizás el primer happening de la historia, curada por Breton y Marcel Duchamp, Breton organizó un catálogo-libro-léxico en el que colaboraron con escritos y obra gráfica medio centenar de surrealistas y algunos de sus precursores legendarios (como Charles Fourier). Para el libro, Paz entregó “Durée” (p. 52), traducción de “Duración”, un poema que en 1962 se agregó a Salamandra (11:309) y que pertenece por tanto al ciclo afectivo de Bona; es el poema que dialoga con el hexagrama Heng, “duración”, del I Ching, que analizo detalladamente en Los idilios salvajes (pp. 377 y ss).


1.2 Lexique succinct de l'érotisme

Este elástico Léxico sucinto del erotismo (sé que existe una edición en español, Anagrama, 1970) en cuya redacción participaron una veintena de amigos (Bona misma y André Pieyre de Mandiargues, Joyce Mansour, Jean Schuster, entre otros) tiene entradas que van desde PIERNAS (las de Marlene Dietrich) hasta FELACIÓN, y desde la cama de un marajá hasta la pintura de Wifredo Lam. Algunos de los colaboradores firmaron sus intervenciones con sus iniciales. Cuatro de ellas son de “O.P.”.


1.2.1 En la página 134, entre OBSCÉNITÉ y ORGASME”, aparece la primera:

ODEUR.- “Le trigramme Sun (la première fille) est un symbole yin : c’est le bois, c’est le vent, c’est ce qui avance et retrocede, ce qui hésite indécis, invitation et fuite: l’odeur” (YI-JING). O.P.
OLOR.- “El trigrama Sun (la primera hija) es un símbolo yin: es el bosque, es el viento, es ésa que avanza y retrocede, ésa que duda indecisa, invitación y fuga: el olor” (I Ching). O.P.

El trigrama Sun (57) del I Ching, que en la versión de Richard Wilhelm —la que empleaba Paz— se llama penetración, carece de la referencia a ese olor que sí emana en otras versiones (como la de John Minford: “tiene un olor fuerte”). Como es sabido, Sun es el trigrama más explícitamente sexual del I Ching.

     No existe un texto idéntico al reproducido por Paz en el Léxico. Coincide en lo esencial con el canon de la versión de Ching-hui: el trigrama 57, con Sun como hija mayor, es “lo dulce, el bosque, el viento, la primogénita, la línea, el trabajo, el blanco, lo largo, lo alto, el avance y el retroceso, lo indeciso, el olor”. Lo de invitación y fuga no tiene equivalente en ninguna versión y puede suponerse que Paz lo adaptó a su interés y circunstancia. Intriga que en vez de escribir “l’avance et le recul” (avanza y recula), como dicen todas las versiones —y el francés cotidiano—, Paz haya preferido “c’est ce qui avance et retrocede”, lo que remite al inicio de "Piedra de Sol", que había sido publicado dos años antes: el río-mujer que “avanza, retrocede”. El trigrama es la mitad inferior del hexagrama Heng, tan presente en ese poema y —por testimonio del propio Paz en carta a Bona— el hexagrama que cifra y rige sus amores (estudio el asunto en Los idilios salvajes, pp. 320 y ss).

1.2.2 En la página 134, entre las entradas “PAÏVA [LA]” y “PANIZZA, Oskar”, Paz firma:
PALPER.- Mes mains ouvrent les rideaux de ton être, mes mains ferment les rideaux et t’habillent d’une autre nudité; mes mains inventent un autre corps pour ton corps, mes mains créent la nuit oú tu te perds et l’abîme oú tu tombes. O.P.

Se trata de la primera versión de otro poema de Salamandra (11:309):

Palpar
Mis manos
abren las cortinas de tu ser
te visten con otra desnudez
descubren los cuerpos de tu cuerpo
Mis manos
inventan otro cuerpo a tu cuerpo

 

En la versión del Lexique, hay tres versos más que Paz eliminó más tarde:

Mis manos
crean la noche en que te pierdes
y el abismo en que caes

1.2.3 En la página 135, entre PIN-UP GIRL” y POE [Edgar Allan]”, aparece:

PLAISIR.- Noeud où s’enlargent fascination et horreur, attraction et répulsion, la présence et le vide; marée de l’être, en amont, en aval, fuient nos corps, l’univers saigné à blanc, ce qui étatit dedans dehors, les entrailles de la vie enfin visibles. Entre tout, n’être rien, être a “tout pour moi, rien pour toi, tout pour toi, rien pour moi”. Le plaisir est instantané, parce que l’homme résiste mieux temps que eternité. O.P.  


PLACER.- Un nudo en el que crecen la fascinación y el horror, la atracción y la repulsión, la presencia y el vacío; marea del ser, río arriba, río abajo, huyen nuestros cuerpos, el universo sangra blanco, eso que estaba adentro afuera, las entrañas de la vida al fin visibles. Entre todo, no ser nada, ser “todo para mí, nada para ti, todo para ti, nada para mí”. El placer es instantáneo, pues el hombre resiste mejor el tiempo que la eternidad. O.P.


El escrito no fue recuperado por Paz en español, si bien sus temas recorren ampliamente su poesía. Nuevamente, hay una imagen que viene de "Piedra de Sol": el río contradictorio que fluye hacia arriba y hacia abajo, una cadencia orgásmica que culmina en lo “blanco”. En un par de ocasiones, en su poesía, blanco y blancura son metonimias de semen, por ejemplo: “la descarga: blancura súbita”, en El mono gramático (11:488); el “blanco advenimiento” en Pasado en claro (12:85); del mismo modo en que “marea” a veces es metáfora de cópula. “Marea del ser” reaparece años después en “Antes del comienzo” (12:161), un poema de Árbol adentro (1987) —ciclo de Marie Jo— muy querido por su autor:

En tu respiración escucho
la marea del ser,
la sílaba olvidada del Comienzo.   

En Paz, se reitera la idea de “nuestros cuerpos” realizando actos independientes de la voluntad de sus —digamos— habitantes: “nuestros cuerpos se hablaron”. En La llama doble, figura el aforismo “El amor es instantáneo; la amistad requiere tiempo” (10:280). La mezcla de fascinación y horror ante la vulva [1], presencia y vacío, figura en algunos poemas de Salamandra, como en “Noche en claro”, en el que le escribe a Bona: “tu sexo es innombrable”.

Aquí cesa todo discurso
aquí la belleza no es legible
aquí la presencia se vuelve terrible
replegada en sí misma la Presencia es vacío

La idea no aparece sólo en su poesía. Que la visión de “las representaciones del cuerpo humano” suelen producir en los pueblos “una mezcla de fascinación y de terror” se analiza en La llama doble (10:311). En su libro sobre Lévi-Strauss (10:499), reaparece cuando estudia su idea del incesto (con mis subrayados para volver al Léxico):

Lévi-Strauss nos describe la operación de las reglas, no aquello que regulan: la atracción y la repulsión por el sexo opuesto, la visión del cuerpo como un nudo de fuerzas benéficas o nocivas […], el juego violento y complicado entre veneración y profanación, miedo y deseo, agresión y transgresión —todo ese territorio magnético, magia y erotismo, que cubre la palabra incesto.

 

1.2.4 En la página 138, entre “SAINT-ANGE (Mme de)” y “SAPPHO”, Paz firma la entrada “Sangre”:
SANG.- “Qui peut dire qu’il a compris le mystere du sang? Un jour tout sera corps, un seul corps. Un couple unique et bienhereux dans ce sang divin nagera. Pourquoi l’Océan ne peut-il déjà se teindre de pourpre et en chair capiteuse foisonner les rocs! Le doux festin serait sans fin, l’amour ignore la sacieté” (Novalis, Cantique VII). O.P.

Paz empleó en lo esencial la traducción de Geneviève Bianquis del séptimo de los Cánticos espirituales, de Novalis (en rigor, no es uno de los cánticos, que son seis, sino el “Himno a la Cena del Señor”, pero se le suele sumar a los Cánticos espirituales, que, a su vez, suelen considerarse parte de los Himnos a la noche). Novalis fue tratado por Breton como precursor del surrealismo. Paz dice haber “leído y releído muchas veces” ese cántico o “Himno VII” durante su juventud. En dos ocasiones (los ensayos sobre Villaurrutia y D.H. Lawrence) cita, con variantes, parte de esa estrofa para él sagrada:   

¿Quién puede decir que comprende
el misterio de la sangre?
Un día todo será cuerpo,
un solo cuerpo.
Y la pareja feliz ha de bañarse
en la sangre divina… (10:101)

A ella habría que agregar los versos que reprodujo en el Lexique y que, a falta de alternativa, traduzco torpemente del francés de Bianquis:

¡Que el océano se tiñera de púrpura y de carne tenaz se
hincharan las rocas! El dulce festín nunca terminaría, pues
el amor ignora la saciedad.

Novalis respira en la obra poética de Paz desde su juventud y, en especial, en Bajo tu clara sombra (1937), como lo narro en Los idilios salvajes (pp. 33-54).

Bona y Breton (1956) N.R.F.


2. Libros, dedicatorias y cartas

El sitio recoge facsímiles de los ejemplares con dedicatorias siempre sobrias de Paz para su amigo:


2.1 ¿Águila o sol? (FCE, 1951)

El libro carece de dedicatoria, pero entre las páginas hay dos fotografías de Paz. La primera está seguramente tomada en París por 1950:

La otra está tomada en la India, en la fortaleza de Gwalior:

Al reverso de esta última, Paz escribió: 

Gwalior.- Antes de montar el potro de piedra (¿o el león?)

El lector quizá sepa que Paz fue enviado como diplomático a la India por primera vez en noviembre de 1951. Y probablemente también recuerde que El León era una suerte de apodo que sus amigos —y enemigos— le daban a Breton. (Véase, abajo, el envío.)


2.2 Semillas para un himno (FCE, 1954):
Para Elisa y André Breton: el recuerdo de su amistad
nos ilumina todavía,
 
                                  Octavio y Helena

Elisa Bindhoff (1906-2000), la esposa de Breton, chilena, dedicataria de “La moindre rançon”, el poema de Breton sobre Chile y los Andes, fue también buena amiga de Paz.

2.3 El arco y la lira (FCE, 1956):

A André Breton, ejemplo de poetas,

                       Octavio Paz

Dentro del libro venía esta carta enviada desde México:

Querido André:

Me interesa mucho que lea usted mi libro. Al menos, que algún amigo o Elisa le traduzcan tres capítulos que tocan ciertos problemas: La inspiración, El verbo desencarnado y el Epílogo (El arco y la lira). Quizá usted no esté del todo de acuerdo conmigo. No importa: mi admiración y afecto no variaría si su juicio fuese adverso. Este libro ha sido, para mí, una tentativa de poner en claro —al menos en el orden espiritual— todo lo que pienso y lo que siento acerca de la poesía y su lugar en la historia. Creo, además, que coincidimos en esto: sólo es sagrado aquello que consagra la poesía; la verdadera religión es la revelación de la condición trágica del hombre que nos han entregado los grandes poetas. Para mí esto es la poesía y el surrealismo.

Saludos a Benjamin (a quien también envío un ejemplar) y a Elisa. Y para usted, con mi afecto y admiración, mi amistad invariable,

                                        Octavio Paz

P.D. Hay una errata importante: en la página 194, línea 16, donde dice “sacrificio”, debe decir “sacrilegio”.

2.4 Las peras del olmo (UNAM, 1957): 
A André Breton, su amigo,
                                                Octavio Paz
México, abril de 1957

2.5 Piedra de Sol (FCE, 1957):
               A André Breton,
afecto y admiración,
                          Octavio Paz

2.6 La estación violenta (FCE, 1958):

Incluye un dibujo de Bona en la portada. La dedicatoria se lee:

Al poeta André Breton, con mi profunda
y viva admiración y amistad
                                                        Octavio Paz

2.7 Agua y Viento (Ediciones Mito, Bogotá, 1959)
A Elisa y André Breton,
Admiración y amistad inalterables,
                                                 Octavio Paz

 

Se trata de una plaquette tan rara que ni siquiera la registra mi amigo Hugo Verani en su minuciosa Bibliografía crítica de Octavio Paz (1931-1996). Recoge cinco poemas que se incluyeron en Salamandra (1962). Lo comento en Los idilios salvajes.

 

2.8 Le labyrinthe de la solitude (París, Fayard, 1959. Traducción de Jean-Clarence Lambert):
A Elisa et André Breton, ce livre deja ancien et que je n’aime plus,
Libro de circunstancias y que me atrevo a ofrecer sólo como débil testimonio de mi gran amistad y admiración,
                                                                       Octavio Paz

La parte en francés de la dedicatoria dice (sin los acentos ortográficos necesarios): "este viejo libro que ya no me gusta".

 

3. Documentos privados 3.1 En una carta titulada “Note pour René Bertelé (à l'invitation de Gaston Gallimard)”, de 1951, Breton aporta una lista de jóvenes poetas para una colección que planeaba con esos editores y que se llamaría Révelation. El primero es Paz, cuyo libro Liberté sur parole (poèmes) le interesa especialmente. Escribe Breton:
L’ouvrage d’Octavio Paz reste la plus inmédiatemment indiqué par sa qualité (mail il s’agit de poèmes, - ventes donc assez limités.
La obra de Octavio Paz es la más inmediatamente indicada por su calidad (pero se trata de poemas —ventas por tanto muy limitadas).

No fue sino hasta 1966 que el libro, traducido por Jean-Clarence Lambert, aparecería en edición bilingüe, publicado por Gallimard.

3.2 Figura una tarjeta postal firmada por Bona, Octavio Paz y André Pieyre de Mandiargues en marzo de 1958, dirigida a Breton en su calidad de “León”.

     La postal muestra: “La cabeza del león, nudo en el Árbol del Tule. Oaxaca”, ese árbol inmemorial y gigantesco que los viajeros miraron durante uno de sus viajes de ese mes por México, acompañados por Paz. Al reverso escribieron un pequeño poema a tres manos:

Dénouez l’arbre lié
L’oiseau s’unira avec le serpent
Et une nouvelle race naîtra
Venimeuse et aptère     
                                        André P. M.
                                       Bona
                                       Octavio Paz 

No deja de ser curioso el nombre de Bona entre los de su marido y su amante, representación postal de su ménage-à-trois. Se antojaría cruzar el poemita con la extraña historia de amor que vivieron los tres personajes, que luego fueron cuatro, y que se narra en Los idilios salvajes). Traduzco las líneas y señalo cuál escribió cada uno:

[Desanudar el árbol anudado        P.M.
el pájaro se unirá a la serpiente     B.
y nacerá una nueva raza                 O.P.
venenosa y sin alas]                        P.M.

 

4. Documentos colectivos

4.1 Paz en L’Art magique (1957)

En un cuaderno manuscrito de 1957, con su menuda y mala caligrafía, Breton llevó nota de las respuestas a su cuestionario sobre la magia y el arte que conduciría a su libro L’Art magique (1957). Las preguntas eran:

I. Se ha dicho recientemente (J-A. Rony, La Magie) que «la civilización no ha desvanecido la ficción de la magia sino para exaltar, en el arte, la magia de la ficción». ¿Suscribiría usted este juicio? Puesto que el antiguo mago y el artista moderno (el primero manipulando sobre la realidad, el segundo sobre lo imaginario, cuya repercusión sobre la realidad, a la larga o a la corta, es innegable) especulan sobre las posibilidades y los medios de encantar el universo, ¿concluiría usted que el mismo hilo conductor guía sus pasos y cuál es, en su opinión, la naturaleza de ese hilo?
II. El «arte mágico», concebido en su sentido más amplio, ¿es la expresión de una necesidad inalienable del espíritu y del corazón, que ni la ciencia ni la religión están en aptitud de satisfacer? La magia, en la medida en que busca, al menos empíricamente, conciliar y conjugar los poderes de la naturaleza y los del deseo, ¿tendrá la posibilidad de ser rehabilitada, al menos en su principio? Esa rehabilitación ¿sería peligrosa, desastrosa o deseable?
III. Para una primera aproximación, sería deseable saber de los documentos aquí reproducidos cuáles son a su parecer los que se acercan o no al arte mágico y ponerlos en el orden de su preferencia, agregando una justificación de su juicio, si así lo desea. Y en el marco de sus investigaciones personales, señale un mínimo de tres obras que, por excelencia, usted considera pertenecientes al arte mágico. 
IV. Ante un objeto perteneciente al «arte mágico», ¿cuáles son sus métodos de examen o de conocimiento?
V. ¿Los objetos mágicos tienen posibilidades de inserción en su vida personal?

Breton envió el cuestionario a noventa personas, entre ellas, Roger Caillois, Claude Lévi-Strauss, Martin Heidegger, André Malraux, Georges Bataille, Pierre Klossowski, Julien Gracq, Maurice Blanchot, Juan Cirlot, Julius Evola, Benjamin Péret, César Moro y Octavio Paz, que tenía el número sesenta y tres en la encuesta. Breton le preguntó también a dos artistas considerados por él como surrealistas “mexicanos”: Wolfgang Paalen y Leonora Carrington (quien puso en su lista de objetos mágicos “cubos de hielo con moscas adentro”).

     A Paz le interesó claramente el asunto y envió desde México una extensa respuesta que después publicó en Las peras del olmo (1957) y en sus Obras completas (6:251 y ss.) con el título “Arte mágico”.

     Además de no ser muy legible la caligrafía de Breton, las notas están plagadas de abreviaturas que, a veces, son obvias (“mg” es “magie”) y, otras, no tanto, en una especie de taquigrafía privada (“ds” es “dans”). Pero algo se puede entender, sobre todo, frente a las respuestas de Paz. A continuación, reproduzco las notas de Breton a las líneas alusivas en el ensayo de Paz, que, obviamente, le parecieron las más pertinentes (se desatan las abreviaturas):

                                     63 Octavio PAZ

1. Pour l’anthropologie moderne, pas d’ ”ère magique”

PAZ: La antropolgía moderna —contra lo que pensaba Frazer— considera muy improbable la existencia de una remota “edad mágica”…

Magie circule dans l’art de toutes les époques. Entre magie et art, flux et reflux […]

PAZ: Secreta o abiertamente, la magia circula por el arte de todas las épocas […]. Entre magia y arte hay un flujo y reflujo continuos…

La chiffre 9 dans la Vita Nuova, 7 dans Nerval. Présence d’art magique dans nos musées = […] concept de l’art issu de la Renaissance

PAZ: Por ejemplo, en la Vita nuova es notable la presencia del número nueve, cifra dotada de poderes ciertos para Dante —como el siete en la de Nerval […]. Los ejemplares de «arte mágico» que acumulan nuestros museos no constituyen un nuevo botín de la insaciable conciencia histórica de Occidente sino que son uno de los signos del derrumbe de la concepción renacentista del arte.

2. L’objet magique nous invite à changer et à être autre, sans cesser d’être nous mêmes. Nous ne serons nous mêmes que si nous sommes capables d’être autres.

PAZ: El objeto mágico abre ante nosotros su abismo relampagueante: nos invita a cambiar y a ser otros sin dejar de ser nosotros mismos. El interés moderno por el «arte mágico» no expresa una nueva curiosidad estética, sino que tiene raíces bastante más hondas: sabemos que nuestro ser es siempre sed de ser «otro» y que sólo seremos nosotros mismos si somos capaces de ser otro.

XX Nous cherchons dans l’art le pouvoir de metamorph [sic], essence de l’art magique. Revenir à la magie = rétablir […] avec le […] rendre érotique, électrique […] rapport avec le monde.- Retrouver l’unité.

PAZ: Le pedimos al arte el secreto del cambio y buscamos en toda obra, cualesquiera que sean su época y su estilo, ese poder de metamorfosis que constituye la esencia del acto mágico […]. Volver a la magia no quiere decir restaurar los ritos de fertilidad o danzar en coro para atraer la lluvia, sino usar de nuevo los poderes de exorcismo de la vida: restablecer nuestro contacto con el todo y tornar erótica, eléctrica, nuestra relación con el mundo. Tocar con el pensamiento y pensar con el cuerpo. Abrir las compuertas, recobrar la unidad.

Réalité expérimentale de l’inspiration surréaliste.- Insertion dans notre idée du monde magique: y voir une des parties constitue de sa Conscience.    

PAZ: La actitud del surrealismo ante la inspiración muestra el camino que podría seguirse […]. A diferencia de sus predecesores inmediatos, los poetas surrealistas afirmaron la realidad experimental de la inspiración […]. Nuestra actitud ante la magia debe orientarse en el mismo sentido: hay que reducirla a términos humanos, examinarla como un hecho que se da en la conciencia del hombre y, aún más, considerarla como lo que es realmente: uno de los constituyentes de esa conciencia.

4. Seule méthode de connaissance: expérience directe, nue et sans intermédiaire. Faire du “saut mortel” et atteindre l’ “autre rive”. Parcourir à la métamorphose.

PAZ: A mi juicio el único método válido de conocimiento del «arte mágico» —como de todo arte— es la experiencia directa, desnuda y sin intermediarios. Horror y, simultáneamente, deseo de penetrar en aquello que de tal modo ataca y disgrega nuestra certidumbre de ser conciencia personal y autónoma. Los dos movimientos contrarios se reconcilian en el deseo de dar el «salto mortal» y alcanzar la «otra orilla». En suma, la gama de sensaciones —asombro, horror, vértigo, fascinación, caída en el objeto— evoca la vieja imagen de la metamorfosis.

5. Périodes d’appropriation.   

PAZ: Me imagino que todos hemos poseído objetos mágicos, durante períodos más o menos largos. He observado que coinciden con épocas determinadas de nuestra vida pero que apenas cesa su poder —o el estado de ánimo que les otorgó esa misteriosa cualidad— desaparecen de nuestra vista para siempre.

En relación a la respuesta a la pregunta III, Bretón registra el orden que escogió Paz de entre los “once documentos”:

Octavio Paz: 7.- 1.- 9.- 10.- 5.- 3. (De 1er ordre)

Éstos eran: 7. “Un vaso”, de Paolo Uccello; 1. “Dibujo egipcio, tomado del Libro de lo que hay en el Hades”; 9. “El grito”, de Edvard Munch; 10. “Le revenant”, de Giorgio de Chirico; 5. “El Mercurio filosófico”; 3. “Pictographe haïda” de la Columbia Británica.” La selección de Paz de obras, objetos o sitios mágicos es ésta:

Da Vinci: Ste. Anne. 

Bajorelieve del Juego de pelota de Chichen Itza

Bajorelieve, Eleusis

Apolo de Veyes, etrusco

Dios-flor maya (W.P.)

Tumba del Templo (azteca)

Escultura del templo de Konarak (India)

Es interesante que entre las obras “mágicas” de Paz se cuenten dos que representan a dos mujeres cuidando o tutelando a un niño (la “Santa Ana” que cuida a Jesús con María, de Da Vinci, y el “El trío eléusico”, que muestra a Perséfone y a Deméter iniciando a Triptólemo en los ritos). El “Dios-flor maya” es la pieza en cerámica que representa al pequeño dios que brota de un alcatraz, y que también escogió Wolfgang Paalen, supongo. Ignoro a qué “tumba azteca” se refería Paz. Konarak es el templo hecho de esculturas que muestran gente antes, durante o después del fornicio.

 

4.2 Menciones de circunstancia

1950. Obra en el archivo el manuscrito de una entrevista que concedió Breton al poeta valenciano José María Valverde, del Correo Literario de Madrid, en septiembre de 1950. Ante la obligada pregunta sobre sus lecturas de poesía en lengua española, Breton contesta:

En el actual estado de mis informaciones, digo que el poeta de lengua española que me toca más de cerca es Octavio Paz, mexicano, y Antonio Porchia, argentino.

Agrega Breton que no ha leído Residencia en la tierra, el libro de Neruda, ni piensa hacerlo, dado que “su actividad propagandística a favor de cierta política lo descalifica totalmente desde el punto de vista surrealista”.

 

1951. También hay manuscrito sobre Los olvidados, de Buñuel, fechado en 1951 para la revista Paris Match, pero nunca publicado. Luego de narrar su amistad con Buñuel y evocar sus películas surrealistas, así como la salida de España por culpa de Franco y de Stalin, Breton comenta la película:

Es cierto que el público ha cambiado. Se blinda contra muchos de los viejos prejuicios. En relación con La edad de oroLos olvidados no carece, de fondo, de una concisión apreciable. Ni en la forma, sin duda. Como lo dice Octavio Paz en el hermoso texto que ha dedicado a la película en el número 3 de L'Âge du cinéma, ahora “la puerta del sueño parece cerrada para siempre, sólo queda abierta la de la sangre”.

 

Se refiere a “El poeta Buñuel” (1951), ensayo que escribió Paz para distribuirlo de mano en el estreno en Cannes, contra los obstáculos del Gobierno de México (recogido en 3:222).


1951. El mismo año, el 24 de mayo, Breton publicó el manifiesto “Alta frecuencia” (“Haute Frequence”), en Paris. El surrealismo, dice:

no es una escuela ni una capilla. Mucho más que una actitud, el surrealismo es, en el sentido más agresivo y total de la palabra, una aventura.

Aclarado eso, el manifiesto reivindica la revuelta y el combate por la libertad, y proclama:

la religión judeocristiana sigue siendo, en el sentido propio, el enemiga obstinado del hombre que se ha logrado o no incorporar a las ideologías totalitarias. Con sus cómplices, “trabajo-familia-patria”, no deberá cerrar su fábrica de estropicios y de cadáveres […]. La voluntad surrealista de dar al hombre los poderes de que ha sido privado incluye conducirlo a investigar todos los aspectos del conocimiento intuitivo, en particular, el que contienen las doctrinas esotéricas.

Firmaron el manifiesto, entre otros, Pieyre de Mandiargues, Benjamin Péret, Man Ray, Jean Schuster y Octavio Paz.

     Quizás la aparición de Paz entre los firmantes haya tenido que ver con la incomodidad de Jaime Torres Bodet y aun con su inesperada orden a Paz de trasladarse a la India (el asunto de Los olvidados ya le había irritado bastante). No volvió a firmar ninguno de los belicosos manifiestos que Breton y su grupo publicaban en Le Libertaire. Es conjeturable que Paz haya preferido esconderse entre los firmantes llamados “camaradas extranjeros actualmente en París”, cuyos nombres no se registraban, que firmaron la “Déclaration Préalable” sobre “surrealismo y anarquismo”, también de 1951.


1952. La revista norteamericana Flair tuvo la idea de crear un “Almanaque Surrealista” que estaría bajo el cuidado de Marcel Duchamp. A solicitud suya, Breton envió unas “Instrucciones generales que se comunicarán a Marcel Duchamp”. Breton describe, hoja por hoja (iban a ser sesenta), el contenido a partir del grupo surrealista original. En la página veintiséis habría un retrato de Oppenheimer, cuadros de Roberto Matta y André Masson, y textos de Francis Picabia y Octavio Paz.  Flair desistió del proyecto.  


1954. Breton crea un cadáver exquisito, quizás abriendo al azar libros de sus amigos ausentes (Paz está en México y Arthur Cravan había muerto en 1918). En todo caso, señala a los autores al margen del texto. Participan, entre otros, Buñuel, Julien Gracq, Raymond Queneau, Matta, Wifredo Lam, Alberto Giacometti, Aragon, Chirico, Dali, Max Ernst, Paalen. La participación de Paz —una línea de la sección VIII de “Trabajos del poeta” (11:150)— aparece entre las de Simon Hantaï y Hans Arp: 

Hantaï:       J’aime aussi les poupées en fleur
Oct. Paz:     Entro en mí por mi oreja izquierda
J. Arp:          Je suis un moulin
                      J’ai deux ailes qui tournent

También amo a las muñecas en flor/ Entro en mí por mi oreja izquierda/ Soy un molino / tengo dos alas que giran

 

1957. En una entrevista con Pierre de Boisdeffre (existe una versión manuscrita en su archivo) que se publicó en Les Nouvelles littéraires en mayo de 1957, Breton escribe:

Después de la guerra, la poesía en lengua francesa se ha beneficiado por la traducción, por la infusión de ricas cepas extranjeras. La obra de Georg Trakl que ha sido publicada con el título “Tabaquería” (Bureau du Tabac), de Fernando Pessoa, el relato Magie familière, de Roger Goossens, y estoy impaciente por tener ya la obra que se ha anunciado de Octavio Paz.

Se trata de la traducción de ¿Águila o sol? a cargo de Jean-Clarence Lambert para la editorial G. Fall de París, de 1957.


1960. Otro documento se refiere al concurso para elegir al “Príncipe de los Poetas” que organizó en 1960 —medio en broma y medio en serio— un comité formado por Breton, Ungaretti, Julien Gracq, Philippe Soupault, Mandiargues y Jean Paulhan. Hubo noventa y siete votos para Saint-John Perse, ochenta y siete para Cocteau (lo que enfureció a Breton), sesenta y tres para Breton, y doce para Louis Aragon. En una hoja del archivo en la que Breton llevaba la votación, consta que Paz votó por Saint-John Perse, quien —sin haberse nunca inmiscuido en el concurso— rechazó el título, dijo, por “ausencia de vocación”. Le acababan de otorgar el Premio Nobel.  


1962. En el cuaderno manuscrito “Efemérides surrealistas”, un proyecto de cronología que hacía con Jean Schuster, Breton registra los acontecimientos importantes que tuvieron lugar entre 1955 y 1962. Paz aparece en 1962:

 Octavio Paz: Pierre de Soleil Aigle ou soleil . Trad. par Benjamin Péret.

1964. Supervisado por Breton, Jean-Louis Bédouin preparó la antología La poésie surréaliste (París, Seghers, 1964), en la que figuran todos los francófonos, los españoles Picasso, Dalí y Arrabal, y los latinoamericanos Paz y César Moro, lo que equivalía a ser “oficialmente” nombrado surrealista, cosa que a Paz no le hizo mucha gracia. La antología presentó en su página 185 un fragmento de "Piedra de Sol" en la traducción de Benjamin Péret:

il n'y a rien en moi sauf une grande blessure,
un creux que personne ne parcourt plus…
 
no hay nada en mí sino una larga herida,
una oquedad que ya nadie recorre

1965. Hay un cuaderno fechado el 16 de octubre de 1965, titulado “Générique”, con las notas para preparar la exposición “L’écart absolu” (1965). Breton planea exhibir obras de Alechinsky, Hans Arp, Baj, Wifredo Lam, Roberto Matta, Joan Miró, entre otros. Y calcula que los textos para el catálogo sean de Georges Bataille, Benjamin Péret, Georg Trakl, Dylan Thomas, el muy joven Joseph Brodsky y Octavio Paz (un fragmento de L’Arc et la lyre que acababa de aparecer publicado por Gallimard).

Envío

En marzo de 1996, Paz publicó en su revista Vuelta uno de sus últimos ensayos: “André Breton: la niebla y el relámpago”. Luego de narrar su encuentro, enumerar sus lealtades y describir su facultad para ocultar y revelar la realidad, cuenta que en Breton había…

otro elemento, solar y leonino: el calor, el entusiasmo, la generosidad, la nobleza. Al recordar su rostro, entre asombrado e inquisitivo, pienso inevitablemente en el león solar, rey de la sabana. Hombre de lejanías: brumas nórdicas o espejismos del sol en el desierto. […]
Vivió solo y rodeado de amigos. Con casi todos ellos tuvo relaciones difíciles, hechas de lealtad e intransigencia. Pasión y rigor que resultaron en una serie de encuentros y rupturas. Su vida se confundió con la del grupo surrealista no porque fuese —o se sintiese— un papa, según el obtuso lugar común, sino porque se sabía depositario de una tradición que había que preservar y transmitir a esos desconocidos-conocidos que son los hombres y las mujeres del porvenir.



[1] Trato el tema en “La vulva y Baubo”, ensayo en el segundo de mis libros sobre Paz, Habitación con retratos.