En la mirada de otros

En la mirada de Homero Aridjis

Homero Aridjis

Año

1963

Tipología

En la mirada de otros

 

Octavio Paz, Marie José Tramini y Homero Aridjis

Homero Aridjis (Michoacán, 6  de abril, 1940) ha incursionado en diferentes géneros literarios como el drama y el ensayo, sin embargo, su trabajo poético es lo más reconocido. Pertenece a la generación de escritores jóvenes que siguieron de cerca el trabajo de Octavio Paz.


          Ha sido el escritor más joven en obtener el Premio Xavier Villaurrutia. Paz opinó del trabajo de Aridjis: “Si cada poeta puede definirse, según Bachelard, por sus afinidades con algunos de los cuatro elementos, el signo de Aridjis no es el agua o la tierra sino el fuego y el viento: luz y aire”[1].


          La relación entre ambos poetas fue cercana, su colaboración más importante fue Poesía en movimiento. Aridjis rememora algunos pasajes de su amistad en “In Memoriam Octavio Paz: The Poet in his Labyrinth”. (AGA)

 


 

I

Una tarde de otoño de 1963, en la Ciudad de México me encontré por primera vez con Octavio Paz. Venía de París, adonde había servido en el servicio exterior mexicano, y se dirigía a la India, adonde había sido designado embajador. Andando entre los árboles de Paseo de la Reforma, me dijo entonces que se iba a la India porque no tenía una alternativa de trabajo en México y que poco le interesaba ese país asiático, procediendo él de otro país exótico.


          Esas revelaciones personales me sorprendieron, porque lo revelaban. La primera frase expresaba el sentimiento de no ser apreciado en su país. En la segunda frase no adivinaba la importancia que tendría para su vida y su obra el viaje a la India, pues allá iba a encontrar a Marie-José, el amor de su vida, y a experimentar un fuerte cambio espiritual, manifestado en sus libros Ladera Este y El Mono Gramático.


          Delante de mí estaba el poeta de "Piedra de Sol", ese poema circular de 590 versos que es toda una autobiografía lírica y que termina en dos puntos con las líneas con que comienza. Su obra se dividía en dos periodos, el mexicano-surrealista, recopilado en Libertad bajo palabra y el de ruptura, o de rompimiento con su propio basado poético, que se iniciaba con “Salamandra”. Ya habíamos tenido un contacto previo a través de la poesía. Yo le había enviado a París mi libro La Tumba de Filidor (1961) y él me había enviado una carta llena de reconocimiento.

 

II

En 1966, Octavio Paz, Alí Chumacero, José Emilio Pacheco y yo hicimos Poesía en Movimiento. México 1915-1966. Aún conservo las cartas que Paz me mandó desde la India analizando la obra de varios poetas mexicanos. Los criterios de selección fueron expresados por Paz en su prólogo, donde afirmó: "En un momento de la discusión surgió la verdadera divergencia: Alí Chumacero y José Emilio Pacheco sostuvieron que, al lado del criterio central de cambio, deberíamos tomar en cuenta otros valores: la dignidad estética, el decoro —en el sentido horaciano de la palabra—, la perfección. Aridjis y yo nos opusimos. Nos parecía que aceptar esa proposición era recaer en el eclecticismo que domina desde hace muchos años la crítica y la vida intelectual de México. Ni los convencimos ni nos convencieron". El libro, planeado para el FCE, con la salida de Orfila se publicó en Siglo XXI.

 

III

El próximo encuentro tuvo lugar en Spoleto, Italia, en julio de 1967, durante el Festival de los Dos Mundos, al que ya llegó con Marie-José. A esas noches de poesía asistieron Giuseppe Ungaretti, Allen Ginsberg, Stephen Spender, Ingeborg Bachmann, Charles Tomlinson, John Berryman y Rafael Alberti. Allí nos topamos con Ezra Pound. Sobre este encuentro han escrito Paz, Ginsberg y Tomlinson (falta mi versión). Una noche, después de su recital, Ginsberg fue detenido por los carabineros italianos por haber dicho una palabra obscena. Después de los aplausos, los carabineros se lo llevaron a la comisaría. Octavio Paz, entonces embajador en la India, y yo, descubrimos su desaparición y fuimos a rescatarlo. Ni los poetas ni los organizadores se dieron cuenta de su arresto. Cuando Allen Ginsberg fue liberado, salió a la calle con la expresión de haber tenido un triunfo poético.

 

IV

Octavio Paz regresó a la India y en 1968 renunció a la embajada como protesta por los métodos violentos empleados por el gobierno mexicano durante los movimientos estudiantiles. La represión oficial culminó en la matanza del 2 de octubre, en la Plaza de las Tres Culturas, Tlatelolco, donde cientos de personas fueron asesinadas por supuestas órdenes del presidente Gustavo Díaz Ordaz. Su renuncia se efectuó unos días antes de la celebración de los Juegos Olímpicos en México.

 

V

Siempre acompañado por Marie-José, Paz pasó semestres universitarios en Estados Unidos e Inglaterra. En esos países lo encontré siempre rodeado de poetas. Porque él, hasta el día de su muerte, mantuvo relaciones con poetas de todo el mundo, muchos de ellos amigos mutuos, como Henri Michaux, Yehuda Amichai, Yves Bonnefoy, Lasse Soderberg, Vasko Popa, William S. Merwin y Allen Ginsberg.


          A comienzos de diciembre de 1997, mi esposa Betty y yo lo visitamos en la casona de Francisco Sosa, su última residencia. Aunque ya enfermo de cáncer, el rostro enflaquecido y en silla de ruedas, nos sorprendió su impaciencia intelectual, la cual buscaba que la plática se apartara de las trivialidades cotidianas y se dirigiera a temas más profundos y noticias de amigos comunes. Ansiosamente preguntaba: "¿Qué más, qué más?".

 

VI

El 17 de diciembre de 1997, después que se estableció su fundación, en visita privada a su cuarto, Paz haría la disección de Cioran. Típicamente, comenzaría con el elogio y acabaría con la crítica. Paz murió con mente clara en brazos de su esposa Marie-José, después de 34 años de vivir juntos sin separarse un sólo día, en mutua felicidad. El poema “A Octavio Paz” gira sobre la cabeza de un hombre en círculos ya próximos, ya alejados. El hombre al descubrirlo trata de poseerlo, pero el poema desaparece. Con lo que el hombre puede asir hace el poema. Lo que se le escapa pertenece a los hombres futuros.




NOTAS

[1] Octavio Paz, “El precio y la significación” en Obras Completas, México, Fondo de Cultura Económica, tomo 7, 1997, p. 332.